Deliciosa calma
05.08.2018

Atardecer y relajo frente al mar, en Brasil, junto a un bowl con açaí y cereales. Y así mismo, ahora en Santiago, en Sí Açai. Lo sientes, lo disfrutas, quieres volver. Pequeñito con un gran corazón -Pedro de Valdivia 2064- que te invita en una ciudad e invierno desafiantes, a ambiente acogedor, cálido, y donde las preparaciones te cautivarán.
Por fin pude descubrir este santuario. Sí, días de muchas cosas por hacer, y por fin me di el tiempo, y sí que lo agradezco. Con un año de existencia, busca, como dije, sumar ese pedacito sabroso de Brasil: el Açaí, el fruto maravilloso y súper alimento. Y Aquí lo puedes disfrutar en combinaciones de distintos cereales, fruta y topping. Y es maravilloso. Açaí puro, orgánico, endulzado con miel para mí.
Se respira conciencia, sonrisa y delicioso. Las cosas se palpan cuando se hacen desde el corazón, y varias veces lo he dicho, en este maravilloso descubrir gracias a Ansia, me he encontrado con corazones que siguen sus palpitaciones y expanden felicidad; y aquí, también lo confirmas. Familias, niños, solitarios y en pareja, llegan unos tras otros para pedir sus ya elegidos y otros para saborear por primera vez; y también se confirma con llamada tras llamada para pedir el delivery -Uber Eats, Rappi, y próximamente, Pedidos Ya-.
Y cómo se gestó todo esto. En un viaje a Brasil que realizó Juan Tumayan, uno de los dos socios e Ingeniero Civil Industrial de profesión. Ahí probó el açaí, convirtiéndose en un gran compañero de aventuras. Comenzó a investigar, a crear preparaciones, a sumarse a distintos mercados y ferias gastronómicas para ofrecer la primera versión de todo un proyecto de vida sana y disfrute.
Yo sigo descubriendo este lugar, probando una maravillosa Empanada de masa de trigo y centeno con una mezcla de pino de cochayuyo, espinaca y ricotta, todas las verduras al vapor. Suave, cremosa, para repetírsela. Y después seguí, con, oh my!, una Crema de verduras que llevaba papa amarilla, zapallo italiano, topinambur, albahaca, perejil, cebolla y pimentón amarillo. Solo verduras, perfectas para el invierno, para compartir en conversación y calma -cada día encontrarás una crema distinta-; y pudiendo compartir también sándwiches -todos en ciabatta-, pasteles veganos, alfajores de harina de avena, manjar de harina de garbanzo, brownies, muffins, panes variados, de masa madre, aguas de coco y más.
Y si hablamos de más, Juan nos cuenta que de aquí a un año les gustaría abrir un lugar más grande, abrir un restaurant, siguiendo la misma línea, ampliando el concepto, expansión de sueños que se concretan, creando y entregando deliciosa felicidad y vida.