Frente al frío del otoño e invierno es frecuente elegir platos calientes, reconfortantes y abundantes, lo que convierte a la comida casera en la preferida de la temporada, mientras que las ensaladas y los vegetales crudos pierden popularidad.
En este escenario, uno de los principales desafíos es cómo enfrentar la tentación de eliminar los alimentos fríos o frescos, e incorporarlos en nuestra dieta diaria para beneficiarnos de sus nutrientes. Para Natalia de la Horra, nutricionista de gimnasio Sportlife, “siempre es posible encontrar un equilibrio entre la comodidad y la nutrición”, para lo cual comparte algunos consejos:
· Comida casera y nutritiva: En primer lugar, la nutricionista resalta el impacto positivo que la comida casera y nutritiva tiene en el sistema inmunológico. Consumir una variedad de alimentos frescos y balanceados ayuda a prevenir deficiencias nutricionales y a fortalecer las defensas contra enfermedades, lo cual resulta sumamente necesario especialmente durante la época de frío.
· Verduras y legumbres, base de tus platos. Si la ensalada de lechuga está en la categoría de “aburrida y helada”, hay un sinfín de preparaciones calientes que incluyen una variedad de verduras y legumbres. Por ejemplo, la carbonada, el charquicán, la cazuela, las tortillas o el zapallo italiano son opciones que se deben tener en consideración a la hora de preparar un plato rico en fibra y vitaminas. “Consumir vegetales y legumbres calientes promueve la sensación de saciedad por diversos mecanismos, ya que llevan un interesante contenido de agua que aporta a ello”, destaca la nutricionista.
· Medir el consumo de sal. En la preparación de los platos calientes es común usar una base de sopa o caldo instantáneo, las que tienen una gran cantidad de sodio. La recomendación es reemplazarlo por caldo natural (basta con hervir durante 40 minutos una variedad de verduras en 1 o 2 litros de agua, y luego filtrar) o bien partir de la base de un buen sofrito y luego agregar agua. También se pueden utilizar diferentes especias o condimentos para suplir la sal.
· Controlar porciones y planificar las comidas. Natalia de la Horra explica que controlar las porciones y planificar las comidas del día es fundamental para garantizar una alimentación equilibrada. Además, invita a realizar “operaciones preliminares”, como cortar, congelar y separar los ingredientes, para facilitar la preparación de platos saludables en el día a día.